- Toma el sol. Además de ponerte morena, tu cuerpo producirá serotonina, una hormona encargada de controlar la ansiedad. Así no tendrás tantas ganas de atacar al chocolate o los helados ...
- Lávate los dientes después de comer. Los expertos aseguran que la sensación de frescor que te queda en la boca es equivalente a un caramelo o un chicle, que consumiendo con frecuencia te pueden engordar.
- Come en platos pequeños. Comer en platos de postre te hará ver todo el plato lleno y, inconscientemente, creerás que has comido muchísimo y te sentirás más llena.
- Apaga la tele. La cuestión es saborear lo que estamos comiendo. Los estudios determinan que ingerimos un 40% más de alimento si comemos mirando la televisión que si no lo hacemos, porque nos entretenemos y no hacemos caso de lo que nos llevamos a la boca.
- Haz ejercicio. No hay que levantar pesas de 50kg o correr cada día una maratón. Basta con que hagas algunas flexiones, un poco de footing o practiques algún deporte extraescolar.
- Duerme bien. Dormir 8 horas diarias o hacer una siesta ayudará a tu metabolismo a digerir los alimentos rápidamente y mejor.
- Come frutas y verduras. Sustituir el bollicao por una naranja o la pizza por un plato de patata con col te irá de maravilla! Es difícil, pero para presumir hay que sufrir!
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